domingo, 30 de septiembre de 2007

los poemas que jamás escribimos

como un presagio
juguete de una rueca delirante de urgencias
alguna noche reclamo en el incendio
refugio en la voz de un amigo

frente a su puerta aspiro una grave alegría
que ronda la tristeza
expiro las vergüenzas las muertes sin rescate
las sombras que me acechan
al dorso de mis sombras

atravieso sus puertas y me envuelve
un fuego de caminos
un diálogo de sueños
un múltiple monólogo
un silencio de música
un coro de silencios

la casa se llena de luces y fantasmas
Miguel Hernández pasea por la sala

las mujeres que amamos
golpean las ventanas
los poemas que jamás escribimos
y la sangre que vuela astillada y filosa
al tuétano del hombre


viernes, 28 de septiembre de 2007

porque vengo de la misma distancia...


porque vengo de la misma distancia
humillaciones más o menos
porque te encuentro cada madrugada
enfermo de peatón por la ciudad
siento que me duele cada silencio tuyo

cargado de patrones horarios ordenanzas
que debemos sortear para volver con vida
porque yo igual que vos
ya gasté los zapatos

las palabras el azul las señales
corriendo a dos empleos
para poder creer
que falta nada más que un poco menos

y no llegamos hermano
siempre estamos a mitad de la cola
el colectivo el mercado el alquiler
la niñez en el cajón de los recuerdos
la adolescencia mal gastada
y nosotros adentro del latido
cuando decimos vamos
porque siempre insistimos
porque hay una canción en cada paso
en cada despertar
en cada mano que entregamos
porque nosotros anónimos plurales
silenciados desde el párpado a los brazos
siempre tenemos una primavera
a flor de labios
un nacimiento en el camino
una rosa entre los dientes
nosotros indefensos caminantes
que de toda la sinfonía de colores
que gastó el universo
nos legaron el gris como una herida
nosotros sobrevivientes de cenizas
en el extremo final de la esperanza
a un paso del abismo
y con las alas puestas
inventaremos el amor
como si la vida fuera recién nacida
infinitamente el amor
sin ningún intermediario
entre nosotros

jueves, 27 de septiembre de 2007

Cuando la alucinante monotonía...

cuando la alucinante monotonía
de este siglo electrónico atómico atónito
me apuñala los párpados
por el lado más oscuro del incendio
me duele desesperadamente el silencio amarillo
que dibujó barrotes al canto de los pájaros
salgo a buscar un rostro un país adolescente
y me acorralan las mentiras la indiferencia
una forma elegante de durar con miedo
siempre el silencio que ampara a tantos carceleros
desato la mañana lentamente
sumergida en el cielo desteñido
entre rectángulos de hollín
que barren las paredes y me aplastan me ahogan
los letreros que me alquilan
los avisos que me venden
los decretos que me ignoran
en ese instante mi poema estalla
mi palabra en carne viva
sale a buscar un modo de nombrarnos

porque en definitiva
yo no puedo ofrecerte el pan de esta mañana
ni levantar tu casa
puedo pedir ese cansancio tuyo
juntarlo con mi bronca la ternura
poner la luz en su lugar el sol de lado izquierdo
donde crece musical la vida.

Tango y mate

Hay mañanas calientes,
que uno se despierta empapado de tango,
el olvido arriba y la bronca abajo,
el asombro triste, bolsillos vacíos,

inquietudes mudas, nadrugadas ciegas,
mi hermano vencido,
herido de río fuera de su cauce,
que cayó una noche, náufrago y suicida,

por los arrabales del odio y el hambre.
Es el momento justo
de cebar unos mates,
tomarlos con calma
y entrar en la calle,

silbando entre dientes,
un tango orillero y compadre,
porque no es la cosa
querer olvidarse

miércoles, 26 de septiembre de 2007

te ofrezco mis poemas

te ofrezco mis poemas
como en realidad son tuyos
podés hacer con ellos lo que quieras
plantarlos en medio de la calle
llevarlos en el bolsillo
pegarlos en la solapa
del saco o la campera

en realidad son tuyos
yo simplemente usé tus herramientas
están hechos de vergüenza
de bronca y ¡basta!
ternura en alpargatas

palabras claras

vos me encendiste
incendios de coraje
pateando al miedo
para salvarme para salvarnos
y entre todos les fuimos agregando
en nuestro idioma
lo que hace falta

aquí te los entrego
y sólo te sugiero

que no los pienses para adornar la pieza
o guardarlos en el álbum de recuerdos
son para usarlos
para llevarlos a la fábrica

cantarlos en la plaza
gritarlo en las paredes

como en realidad son tuyos
podés hacer con ellos
lo que sientas

martes, 25 de septiembre de 2007

A vasos llenos

Tuve que inventar respuestas y senderos
para comprender el sonido de tus ojos,
cálidos como pan recién horneado,
indescifrables, como una rosa en el invierno.

A mitad del vuelo hacia tu vientre,
en un temblor de madera y mar abierto,
descubro que no existe forma de regreso,
una vez hecha distancia en mi costado.

Para inventar el amor, maduro mis poemas
junto a tu forma aromada de ofrecer la mesa.
Tu llegada puso fuego a mis silencios,
y no hay final posible, si hago otoño en tu pecho.

Siembro el dolor de mis hermanos en tus manos,
me llueven las palabras en tu verde regazo,
mientras me vas diciendo como crecen
tus comprometidos claveles de setiembre-

Así me hice habitante de tus sueños,
de cocina canción para amasar ternura,
en una sala númerosa de recibir la vida,
sirviendo a vasos llenos
nuestro amor compartido.

hay días...

hay días en que el amor
te clava los colmillos
tu sombra
es un camino hacia el olvido
la memoria
es una jauría de perros cimarrones
ausentes que empujan
hacia ninguna parte
la piel se rebela
de encerrar tantos sueños

un día como esos
elegí este camino

lunes, 24 de septiembre de 2007

hay un aire gris---

hay un aire gris una ceniza
las decepciones atropellan mis ojos
ángeles vencidos se deslizan por las alcantarillas
en este país de dulce de leche
y vacas soñolientas
de enanos siniestros y héroes de mármol
donde los monstruos de las fábulas
vagan desorientados
y un olvidado barrilete arrastra el primer beso
tantas cosas que callamos
que dicen que olvidamos
pero levantan estatuas para buscarnos el odio
es cuando uno intenta vestirse la vergüenza
patear alfabetos inútiles
poder decir amor para inaugurar palabras
robarle el silencio al mismísimo silencio
es cuando uno se siente cansado

de enarbolar el mismo pecho
y el grito se detiene sorprendido
tonto como un tonto solo
es cuando a uno lo invaden
extrañas incontenibles ganas de llorar
pero llueve y es demasiada competencia
para una sola tristeza

Quiero nombrarte

La política es una forma del amor,
pero no viceversa.
Por algo en el amor, es mucho más fácil
tener el corazón caliente
que la mente fría
Mario Benedetti

Quiero nombrarte
y el insomnio me clava las preguntas.
Quiero decir, tantas ausencias
acodadas en la mesa del bar
donde ya no nos vemos.
¿Cómo dejamos avanzar
la palidez del miedo?
¿Hasta dónde los fantasmas
nos cerrarán las puertas?
Entran por mi recuerdo
como por una casa abandonada.
rostros, voces,
compromisos de amor y de coraje.
Una vieja guitarra
que los verdugos que patean las puertas,
no dejaron olvidada,
sino como señal
de que el concierto feroz
no ha terminado.
Manos que ya no existen
escriben en mi almohada,
en un pocillo de café,
en la sombra de un perro vagabundo,
el viejo interrogante
que me incendia los pasos.
Camino esta ciudad, la desconozco,
termino un cigarrillo, subo a un colectivo,
abro el diario y las mentiras
son tan viejas que ni siquiera duelen.
Me tocan el hombro,
me apuran por la espalda,
y es nadie, quiero decir son ellos,
los exiliados hacia la eternidad

domingo, 23 de septiembre de 2007

Oración de un ateo

Ya que tantos hombres lo consideran padre
si acaso fuera cierto que él está en todas partes
sería conveniente que no olvide
por lo menos a quienes se consideran sus hijos
que no deje todo en manos de sus ministros
los funcionarios suelen ser parciales
y olvidan elevar sus informes
parece haber sucedido con treinta mil alaridos
lo imagino un dios de blancos
aseados bonachones castos
nuestros niños son oscuros y muchos presuponen
que el color de su piel dispone su destino
ellos simplemente son niños
no tortutaron no asesinaron
no nos invadieron excepto la ternura
y sin embargo le temen a sus dientes rotos
a su hambre reunida en las esquinas
sería copnveniente que los atienda de inmediato
para comprobar con sus propios ojos
que tienen motivos para estar descontentos
ellos deberán determinar su verdadera paternidad
sus raíces su herencia su destino
para resolver su camino
pienso que su decisión
va a ser irrevocable

sábado, 22 de septiembre de 2007

La noche

Es una inundación de sombras
que cantan y nos llaman,
un pájaro negro que se posa
en el borde de la herida más tierna,
imitando mil voces.
Nos invcnta viejos cuentos de niños
que asustan a los hombres.
Es una vieja catedral
con muros de silencio,
una sacerdotisa disfrazada de luna,

que a veces se transforma
en una lágrima oscura.
Entonces desciende
de hierro y de cenizas,
una garúa feroz
como espinas de hielo.
Tiene su propio idioma,
un lenguaje fantasma,
que nace en los abismos
de nuestros propios sueños.
Ültimamente siento voces oscuras
que me indagan la sangre,
sospecho que son voces
de alguna noche eterna.

mi barrio

Dos pobrezas al sur era mi barrio
Pegadito al olvido lejos del pavimento
Tuvo inmigrantes, cabecitas bodegones,
Club social y domingos en familia

Lejos del hollín en las mejillas
Caminaba la vida que no nos sucedía
Y en el viejo potrero perdimos la inocencia
En un injusto penal que nos cobró la infancia

Hubo un palomar de amigos que empujados
Por un raro sabor a tierra extraña
Repartimos adioses como viejas banderas

Por eso esta ausencia que viene de lejos
Esta urgencia en volver a la ternura
Porque este atardecer es de mi barrio
De aquellos que no están y van conmigo

Los llevo en el bolsillo en cada paso
Los encuentro gorriones desvelados
Recuerdos que me abrigan
Hasta el último otoño del camino

El inundado

¿Cómo se llama esta región?
¿Será quizás la puerta de servicio
del mundo occidental?
Me pregunto
porque no encuentro mapa
de esta desolación
recuerdo que aquí reinaba el río
con su séquito de pájaros profetas
tenía sus barones y señores feudales
el tala servicial el elegante pino
soberbios y arrogantes lapachos
tenía también su principado
feroz y aleve el puna musicales corzuelas
el soñoliento yacaré enfangado y flemático
circulaba también su truhanería
el tatú burgomaestre el ñandú el carpincho
huraño dignatario el carayá
oficiante en aullidos
y por abajo oscuramente áulica
la yarará silente
¿Y el hombre? Un habitante más
un modesto vecino a veces peligroso
a veces solidario protector compañero
todo esto son recuerdos
ya no los encuentro
sólo diviso el río
el río sin orillas y la selva en harapos
¿será quizás Viet nam y su arroz bombardeado?
¿la dulce Nicaragua flagelada a metralla
la atormentada pupila de Hiroshima
o el desvelado azul de Nagasaky?
no…. Los anales del hombre
no registran combates
de hierro y volcán desatado
no hubo nada
sólo olvido desprecio
la síntesis exacta
de cómo concibe el yanqui
a su patio trasero
esto es La Argentina callado litoral
maternidad del verde
proletaria región de yerba mate
cotidiana ternura de algodón
esto es La argentina lejos de Buenos Aires
lejos de los ministros y de las embajadas
esto es La Argentina debajo de las aguas
cuando no queden recuerdos
de dioses ni de imperios
cuando el sonoro aliento
de pupilas despiertas
disuelvan impacientes los estériles huesos
de mercaderes y guerreros
cuando las largas y cristalinas lluvias
laven la piel de América
nuestro pobre hombre
el inundado
andará de sol en sol de cuna en cuna
bebiéndose el amor
en pleno otoño
total libre ya de asesinos
la primavera va a alimentarse sola

Paraguay el río

eternamente llegas
con tu piel marrón salvaje
dolor marrón
de haber nacido verde
rabiosamente verde de Brasil
desnudo en Mato Groso
vas llegando
camino de titanes
y se alborota tu sangre de rocío
de lágrimas de selva
sudor de siglos
cuando sale el Paraguay a recibirte
a ofrecerte sus muertos
sus leyendas
el pálido vacío del canto guaraní
ayer nomás terrible
de insolente y bravío hoy malherido por su tristed dcestino
de ambular por América y sus márgenes
crece a partir de allí
la alucinante monotonía
en mil tonos de rojo
tierra de sangre a flor de piel
rojo de quebracho y curupay
rojo de mal morir y de esperar
verde y rojo en ansiedad de azul
de mar abierto
donde volcar du cauce encadenado
después está Formosa
Dulce y triste
Brava y buena
Selva y yerba mate
Inmensidad y olvido
Paciencia del toba y el mataco
Para morir extranjeros
Donde la arcilla original
Amasó sus raíces
Quizas digo quizás porque todo es posible
En la fantasmagoría de este continente
Cuando creces más allá del árbol
Cuando ignoras los límites del hombre
Cuando avanzas inocente de tu fuerza
Cuando dejas de ser padre y hermano
Cuando te haces letal feroz deprecatorio
¿No andarás buscando al asesino?
Al que mató a las razas acorraló al orgullo
Al que condenó al tabaco al algodón
A vivir de prestado
¿No andarás empujando al zapuza?
Para qué de una vez por todas
Podamos ser América
Afluente natural
Para crecer con todos
Hasta del nivel del mar
Y de la historia

Soy un tipo trste

Soy un tipo trsite

en mis mínims raciones de alegría.

Mi corazón es sabio cuando duelle,

un inocente al repartir abrazos

Hoy que este viejo dolor

anda conmigo,

limpiaré de escombros

el camino,

donde su nombre

no fue más que una emboscada

Primera conjugación

Creí que juntos,
podíamos ser tan indivisibles
como el día y la noche,
el verbo y el adverbio
del núcleo del sujeto amor.
No tuve en cuenta que la vida
es más simple y directa.
Que el modificador,
puede en realidad ser el sujeto.
Que el corazón puede modificar
la sueesión del presente y la nada,
y el sujeto puede ser la desconocida
conjugada en pasado imperfecto.
Quise aprender la vida,
en una conjugación absurda
y ando con el amor a cuestas,
buscando el verbo que lo abrigue

jueves, 20 de septiembre de 2007

Autorretrato II

Soy el remotísimo hijo de una provincia
tan alejada de los centros imperiales,
que no podemos saber hasta ahora,
en donde estamos parados.
Soy el provinciano de América del Sur,
generad0ra incansable
de arcángeles del bien y del mal.
Sólo que el bien y el mal,
son conceptos inalcanzables
para el cadáver de un niño desnutrido.
Tengo la piel del Cono Sur,
este Cono Sur gran bebedor de vino,
no menos grande cazador de epopeyas,
que solemos perder en el último minuto,
como el colectivo de medianoche,
porque nos negamos a aceptar,
que en la distribución de los destinos,
tenemos asignado el cero a la izquierda.
Soy el benemèrito hijo del subdesarrollo,
tema en las tesis doctorales,
en cualquier idioma, menos en el mío.
Soy el fértil campo de experimentación,
de pretorianas fuerzas policiales,
que suelen celebrar nuestras pocas alegrías,
con un perfecto cero dibujado por una bala,
preferiblemente en la espalda,
para que nunca nos olvidemos de cargar con ella.
Soy el hermano gemelo de la muerte anunciada,
por bandos militares, documentos pastorales
y préstamos para el desarrollo.
Soy el obsecado enamorado de esta tierra castigada.
Soy el árbol, la minúscula mata,
en las desoladas llanuras,
o en las allturas donde vigila el cóndor.
Allí permanezco, estaré,
hasta el día de mis sobrevivientes,
que vencerán. pese a quien pese.

autorretrato

soy provinciano de asfalto
con valles mal dormidos
rondando la fragancia
de mis primeros pasos

soy uno de tantos desterrados
bebiendo el viento del olvido
vi cerrar las puertas del paisaje
y fue un candado la distancia

esta ciudad tejió mis sombras
haciéndome rincón en su ternura
con un bar y un tango urgente
llenó mis bolsillos desfondados

me dio un reloj y una corbata
nutrió mi corazón de amigos
siempre ensayo el regreso
y sólo me queda haber partido

mi piel hecha camino
tierra sobre siglo y cobre
fue mudando de idioma y horizonte
vistiendo primaveras insolentes

así tomé distancia y estatura
así me enamoré como un hambriento
de esta América total y desmedida

sábado, 15 de septiembre de 2007

Con el agregado Cultural de Cuba Oscar Faguette













Presentación de mi libro "Viaje en cuento", con Abel Novillo

poemas breves


X

te encuentro
te proyecto
te identifico
en una azarosa emigración
desde vos… hacia vos
no me esperes
sólo con el milagro
subiré hasta tus pasos

XI
en noches como esta
cuando mi soledad
es violada por tu imagen
contemplo mi ventana
y no están mis ojos
ni los tuyos

habrá un instante
en que nuestra inmensidad
será un espejo
y la ausencia
no sabrá de reflejos

Del manual del empleado perfecto

Muy señores ¿Míos?

Tengo el dudoso placer de dirigirme a ustedes,

frente y contrafrente de nosotros,

acusando recibo

(o quizás recibo acusando),

de vuestros patéticos mensajes,

(cheques, facturas, débitos,

intimaciones de pago)

solicitando urgente reparación

de sentimientos seriamente desgastados.

Como inicio

de estas reparaciones,

sugiero la incorporación de una paloma,

como cadete mensajero,

plantar una rosa

con todas sus espinas,

en la caja registradora.

Memorándum a todo el personal,

ordenando recuperar urgente,

la ternura del archivo.

Con la corbata del gerente,

colgar por la tecla de intereses,

a la máquina de calcular.

Hasta tanto nos encontremos,

para resolver el problema de fondo,

solicito a vuelta de correo,

conformidad con el texto

“perdona nuestras deudas,

así como nosotros perdonamos

a nuestros deudores”

con copia a la humanidad.

viernes, 14 de septiembre de 2007

El abuelo

Su rostro era el mapa de los tiempos.
las historias, los hechos y la gente.
Camina sin apuro a pasos firmes
hurgando sus fantasmas suavemente.

Irremediablemente era anarquista,
El abuelo, viajero de los sueños.
Un día se enfrentó al horizonte
sin urgencias, sin límites ni dueños.

Hubo noches mágicas, eternas,
habitadas por su fresca memoria.
Con su voz de madera nos contaba
el país desde todos sus rincones.

El abuelo soltaba sus recuerdos
sostenidos por mate y cigarrillos,
Y desfilaban bohemios, atorrantes,
la vida contenida en conventillos-

cuando el día golpeaba las ventanas
y nosotros caíamos dormidos
él sacaba el mate a la vereda
saludando al sol como a un amigo

En Parque Patricios, un domingo,
con su amado Huracán de compañero.
sólo en la tribuna, sólo como un pueblo,
como un sueño, el sólo y sus recuerdos

Sólo como puede estar aquel que lucha,
el que no se vende a ningún precio,
venciendo su destino con un grito
se internó al fondo del silencio

Nosotros esperamos cualquier noche
silenciando al silencio y al olvido,
que nos traiga el mate y sus historias
con el grito que dejó interrumpido

Mensaje al infinito

Seguramente en alguna galaxia,

con su enredadera de soles y planetas,

habrá alguien asomado a un balcón,

mirando hacia este minúsculo punto del espacio.

Podría suceder que su mirada llegue

cuando no quede nadie.

Quiero decirle, aquí estamos,

nos llamamos humanos,

pero no siempre hay humanidad

en la memoria

de nuestra cotidiana condición humana.

Somos vertebrados erectos, no todos,

hay quienes suelen agacharse, reptar,

la mayoría sabemos morir de pie.

Tenemos extremidades, brazos, manos,

que pueden interpretar la eternidad con un violín,

como ejecutar la certera cobardía

de un arma disparada por el hombre

contra el hombre,

también sirven para tocar el horizonte.

Extremidades inferiores, piernas, pies,

con ellas caminamos

muchas veces sin saber hacia donde.

Una cabeza, con ojos, nariz,

y una boca para besarnos, cantar, o mentir.

Quiero decirles, más allá de los informes

que puedan recibir si ya no estamos,

la mayoría sabemos reír y tener sed,

siendo una especie medianamente inteligente,

acostumbramos amar sin que nos amen,

enamorarnos de un ocaso de sol, o de la luna,

sembrar en el desierto nuestros sueños,

cultivar la memoria,

y nunca recordar cuando morimos.

Quiero que sepan, si no es tarde,

somos como niños aprendiendo a vivir.

Unos pocos celebran genocidas aquelarres,

en el templo del odio y de la guerra.

Si algún día, desde su viejo balcón,

o con los aparatos que dispongan,

vean que esta pequeña luz,

en este diminuto punto del espacio, estalla,

no fuimos nosotros,

que amamos la luz, precisamente.

Fueron ellos,

los imbéciles,

que juegan al odio y a la guerra.

Nosotros, todavía,

Intentamos aprender a vivir