sábado, 22 de septiembre de 2007

El inundado

¿Cómo se llama esta región?
¿Será quizás la puerta de servicio
del mundo occidental?
Me pregunto
porque no encuentro mapa
de esta desolación
recuerdo que aquí reinaba el río
con su séquito de pájaros profetas
tenía sus barones y señores feudales
el tala servicial el elegante pino
soberbios y arrogantes lapachos
tenía también su principado
feroz y aleve el puna musicales corzuelas
el soñoliento yacaré enfangado y flemático
circulaba también su truhanería
el tatú burgomaestre el ñandú el carpincho
huraño dignatario el carayá
oficiante en aullidos
y por abajo oscuramente áulica
la yarará silente
¿Y el hombre? Un habitante más
un modesto vecino a veces peligroso
a veces solidario protector compañero
todo esto son recuerdos
ya no los encuentro
sólo diviso el río
el río sin orillas y la selva en harapos
¿será quizás Viet nam y su arroz bombardeado?
¿la dulce Nicaragua flagelada a metralla
la atormentada pupila de Hiroshima
o el desvelado azul de Nagasaky?
no…. Los anales del hombre
no registran combates
de hierro y volcán desatado
no hubo nada
sólo olvido desprecio
la síntesis exacta
de cómo concibe el yanqui
a su patio trasero
esto es La Argentina callado litoral
maternidad del verde
proletaria región de yerba mate
cotidiana ternura de algodón
esto es La argentina lejos de Buenos Aires
lejos de los ministros y de las embajadas
esto es La Argentina debajo de las aguas
cuando no queden recuerdos
de dioses ni de imperios
cuando el sonoro aliento
de pupilas despiertas
disuelvan impacientes los estériles huesos
de mercaderes y guerreros
cuando las largas y cristalinas lluvias
laven la piel de América
nuestro pobre hombre
el inundado
andará de sol en sol de cuna en cuna
bebiéndose el amor
en pleno otoño
total libre ya de asesinos
la primavera va a alimentarse sola

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