lunes, 24 de septiembre de 2007

Quiero nombrarte

La política es una forma del amor,
pero no viceversa.
Por algo en el amor, es mucho más fácil
tener el corazón caliente
que la mente fría
Mario Benedetti

Quiero nombrarte
y el insomnio me clava las preguntas.
Quiero decir, tantas ausencias
acodadas en la mesa del bar
donde ya no nos vemos.
¿Cómo dejamos avanzar
la palidez del miedo?
¿Hasta dónde los fantasmas
nos cerrarán las puertas?
Entran por mi recuerdo
como por una casa abandonada.
rostros, voces,
compromisos de amor y de coraje.
Una vieja guitarra
que los verdugos que patean las puertas,
no dejaron olvidada,
sino como señal
de que el concierto feroz
no ha terminado.
Manos que ya no existen
escriben en mi almohada,
en un pocillo de café,
en la sombra de un perro vagabundo,
el viejo interrogante
que me incendia los pasos.
Camino esta ciudad, la desconozco,
termino un cigarrillo, subo a un colectivo,
abro el diario y las mentiras
son tan viejas que ni siquiera duelen.
Me tocan el hombro,
me apuran por la espalda,
y es nadie, quiero decir son ellos,
los exiliados hacia la eternidad

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