Deshilachada en cada brote
Con un viento feroz
Azotándome la risa
llego con un silbido tuerto y rengo
y no me alcanzan el tiempo ni los ojos
buscando en el revés de cada esquina
la sinrazón de tanto olvido
entre clasificados y zapatos gastados
colectivos ciegos y pájaros violentos
te comencé a perder al encontrarte
como una antigua sombra
por nuestra sangre joven
me voy sin pronunciar tu nombre
masticando pedazos de ternura
cuando mis ojos vuelvan a ser niños
danzaremos una memoria azul
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