Porque vengo de la misma distancia
humillaciones más o menos
porque te encuentro cada madrugada
enfermo de peatón por la ciudad
siento que me duele cada silencio tuyo
cargado de patrones, horarios, ordenanzas,
que debemos salvar para volver con vida
Porque yo igual que vos
ya gasté los zapatos el cemento
las palabras el azul las señales,
corriendo a dos empleos
para poder creer
que falta nada más
que un poco menos
Y no llegamos hermano
siempre estamos a mitad de la cola
el colectivo el sueldo el alquiler,
las esquinas de nunca
Siempre estamos a mitad de la tormenta,
la niñez en el cajón de los olvidos,
la adolescencia malgastada
y nosotros, adentro del latido
cuando decimos, vamos
Porque siempre insistimos
porque hay una canción a cada paso
en cada despertar,
en cada mano que entregamos
porque nosotros anónimos plurales
silenciados desde el párpado a los brazos
siempre tenemos una primavera flor de labios
un nacimiento en el camino
una rosa entre los dientes
nosotros indefensos caminantes
que de toda la sinfonía de colores
que gastó el universo
nos legaron el gris
como una herida
nosotros sobrevivientes de cenizas
en el extremo final de la esperanza
a un paso del abismo
y con las alas puestas
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