martes, 16 de octubre de 2007

Una mujer se me murió de ausencia

Cada herida tiene
la forma de tu boca
Pablo Neruda
Una mujer se me murió de ausencia.
Tal vez no sé su nombre,

se me ausentó y es todo.
Una noche
el adiós llamó a la puerta,
solícitamente ella acudió,
y entre tantos rostros
y formas del dolor,
que entraron esa noche,

casi sin danos cuenta,
ella quedó afuera.

Si pudiera apartar este dolor
de cuantos me rodean,

hasta podría nombrarla,
y entonces,
existiría en la ausencia.
Lo cierto es que un día,
por fin, cerré la puerta

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