sábado, 13 de octubre de 2007

Iremos con el ángel

Con la primera luz del día,

cuando el sol te reconoce,

un ángel de colores

te provoca en la almohada,

y al lavarte los dientes,

te empaña los espejos

con su lengua rosada.

La ciudad te busca,

te persigue, te reclama;

y el mundo es un reloj,

con un duro compás

que te apura en la nuca.

Te aprieta el colectivo

en el interminable viaje

con todos y con nadie.

El ángel te provoca,

te pinta las ojeras,

te da vuelta los pasos

y te enternece el traje.

Pero tenés un miedo

oxidado en el pecho,

y un aroma de olvido

emana de tus sienes-

Te buscaremos una tarde,

con la lluvia en los ojos,

con el viento en las manos,

con la piel de tu infancia.

Iremos con el ángel,

a matar los relojes,

con un arma de luz

cargada de futuro.

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