sábado, 13 de octubre de 2007

uno que no tiene nada


Uno que no tiene nada que vender
Salvo el incendio del dolor
Cuando llegó a intimar
Con todas las variantes del hambre
legendaria tradición occidental y ganadera
ya no se alarma por la detonación al borde del abismo
uno que sabe y desconoce la desesperanza
cuando ha bebido en la fuente de sus propios miedos
comprende que sólo los pajarracos cantan
en un país tan manso
en tanto el horizonte es un círculo de fuego
donde los domadores enseñan a saltar
los traidores bailan sobre el alambre
en tanto enanos y payasos
sostienen la red que los protege
uno va anundando las tristezas y el cansancio
los ilusionistas sacan de sombreros manoseados
frases como hay que olvidarse del pasado
y otros vidrios de colores siempre útiles
para un destino de animales domésticos
Cuanta belleza cuando éramos tan jóvenes
Para suicidarnos con la seguridad
De que nuestras cenizas iban a cantar

No hay comentarios: